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Siempre es un buen momento para plantar un nuevo árbol |
Era una mañana fresca de fines de agosto. El sol apenas asomaba entre las nubes, iluminando con timidez los jardines del pequeño pueblo de San Jacinto. Las plantas, que habían soportado el frío del invierno, empezaban a desperezarse, estirando sus hojas verdes hacia el cielo. El aire tenía esa fragancia especial que anuncia la llegada de la primavera, esa mezcla de tierra húmeda y flores a punto de estallar en colores.