domingo, 27 de diciembre de 2015

¡HASTA LUEGO AMADA TÍA AMELIA!


Siento un profundo dolor que me oprime el pecho el escribir estas palabras. Hace unos minutos me enteré de que mi amada tía Amelia había fallecido tras una larga batalla contra el cáncer por más de 20 años

No me alcanzan las palabras para agradecer todo lo que ella hizo por mi a lo largo de mi vida. Mi tía es una de las principales razones por las que hoy, puedo estar escribiendo estas palabras y junto a mi tío Juan, han sido mis pilares espirituales en los buenos y por supuesto en los malos momentos.

Tuve la enorme bendición de poder haber estado con ellos durante una semana hace muy poquitos días y de haber podido compartido juntos unas lindas jornadas a pesar de todo lo que sucedía. Todos sabíamos que la vida de mi tía Amelia se estaba apagando aquí en la tierra y de igual manera encendiendo en los cielos. Mi tío Juan siempre decía un versículo bíblico que encajaba perfecto y era: "Y los prudentes resplandecerán, cual lumbreras del cielo; y los que afianzaren mis palabras a la multitud, brillarán como las astros del firmamento por los siglos de los siglos".

Durante mi vida, he tenido la bendita oportunidad de tener grandes maestros en todos los ámbitos de la vida pero sin ninguna duda, mi tía Amelia ha sido la mejor maestra que Dios ha puesto en mi vida y eso que yo, no era el mejor de los estudiante. Ella, tuvo la paciencia, la sabiduría y el don de enseñarme las lecciones mas valiosas de mi vida e incluso, corregir graves errores con sus palabras siempre eficientes y en el mejor momento posible. Jamás usó conmigo un discurso de evangelismo diluído para que sonara bonito como un libro de auto ayuda. Ella siempre fue muy directa al corazón sin medias tintas.

Hasta lo último de sus fuerzas, ella siguió dando sus consejos no sólo a mi, sino también a una innumerable cantidad de personas que como yo, han tenido la bendición de conocerla. Fui testigo del amor que familiares, amigos de todo el mundo y su vecindario tienen por mi tia Amelia y mi tio Juan

De alguna manera, siento que muchos hemos quedado como "huérfanos espirituales". Somos humanos y a veces, pecamos de egoístas al querer quedarnos con lo que le pertenece al Reino de los Cielos.

Cuando me despedí de mi tía el domingo pasado le dije: "Gracias tía por todo lo que hiciste por mi" ella, ya con sus ojitos cerrados y sonriendo me respondió como últimas palabras que solo le agradeciera a Dios.

GRACIAS DIOS POR MIS TÍOS JUAN Y AMELIA. ELLOS SON UN EJEMPLO PARA TODOS NOSOTROS.

Fuente de la imagen: https://pxhere.com/en/photo/1084654

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