Como fabricante de cervezas artesanales, me preocupa la creciente popularidad de conceptos erróneos relacionados con la venta de bebidas alcohólicas. Desde nuestra perspectiva, centrada en la promoción de productos de alta calidad y alejada de las prácticas de las grandes compañías, consideramos que la prohibición de nuestra fuente de sustento es simplemente una excusa para evitar abordar los problemas profundos que afectan a nuestro país y al mundo.
Actualmente, diversos medios de prensa y sectores políticos (esos que se mantienen dependientes del Estado) junto con algunos miembros de nuestra sociedad nos han señalado como chivos expiatorios del aumento de la violencia durante los días de cuarentena. Sin embargo, seamos honestos, nosotros y nuestros productos no tenemos ninguna relación con esta problemática.
La violencia como expresión de una sociedad desorientada:
La violencia en todas sus formas es una de las manifestaciones de una parte de la sociedad que ha perdido su rumbo y empatía hacia los demás, descargando sus frustraciones personales sobre aquellos en situaciones de desventaja.
Por supuesto, no negamos que existan personas que busquen desinhibirse mediante el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y actúen de manera irresponsable. Sin embargo, es importante no generalizar y estigmatizar a todos los consumidores de cerveza artesanal por el comportamiento de unos pocos.
La cerveza artesanal y la violencia machista:
Lamentablemente, una de las formas más comunes en que se intenta vincular a la cerveza artesanal con la violencia es a través del fenómeno de la violencia machista. Es importante aclarar que la violencia de género es un problema serio y real que debe ser abordado y erradicado de nuestra sociedad. Sin embargo, atribuir su existencia al consumo de cerveza artesanal es una simplificación peligrosa y engañosa.
No podemos responsabilizar a un producto por las actitudes y acciones violentas de las personas. La violencia machista no se origina en la cerveza artesanal, sino en desigualdades estructurales arraigadas en nuestra sociedad. Culpar a la cerveza artesanal por la violencia machista es desviar la atención de las verdaderas causas y perpetuar estereotipos dañinos.
Contribución de la industria cervecera artesanal:
Como miembros de la industria cervecera artesanal, nos esforzamos por promover una cultura cervecera responsable. Trabajamos en estrecha colaboración con nuestras comunidades y clientes para fomentar la moderación y el consumo consciente de nuestras cervezas. Organizamos eventos educativos, catas y charlas para difundir el conocimiento sobre la elaboración de cerveza y su consumo responsable.
Además, como fabricantes de cervezas artesanales, nos preocupamos por la calidad de nuestros productos. Utilizamos ingredientes naturales y de primera calidad, evitando aditivos y conservantes que se encuentran en las cervezas industriales. Nuestro enfoque en la calidad y el sabor nos diferencia de las grandes compañías que priorizan la producción en masa y la rentabilidad sobre la excelencia del producto.
Es importante destacar que la cerveza artesanal no es solo una bebida alcohólica, sino también una expresión de cultura y creatividad. Cada cerveza artesanal tiene su propia historia, su propio sabor y personalidad. Los cerveceros artesanales son apasionados y dedicados a su oficio, invirtiendo tiempo y esfuerzo en cada lote de cerveza que producen.
Además, la industria cervecera artesanal ha generado numerosos puestos de trabajo y ha impulsado el turismo en diferentes regiones de nuestro país. Muchos emprendedores han encontrado en la producción de cerveza artesanal una oportunidad para desarrollar sus habilidades y contribuir al crecimiento económico local. Esto es especialmente relevante en momentos de crisis económica, donde la cerveza artesanal ha sido una fuente de ingresos para muchas familias.
Sin embargo, a pesar de nuestras contribuciones positivas y nuestro compromiso con la calidad y la responsabilidad, seguimos siendo señalados injustamente como culpables de la violencia y los problemas sociales que aquejan a nuestra sociedad.
En lugar de estigmatizar a la industria cervecera artesanal, deberíamos enfocar nuestros esfuerzos en abordar los problemas subyacentes que contribuyen a la violencia y los comportamientos irresponsables. Esto implica promover la educación, la concientización y el acceso a recursos que ayuden a las personas a manejar sus frustraciones y emociones de manera saludable.
Además, es fundamental que las autoridades y los medios de comunicación eviten generalizaciones y estereotipos que perjudican a la industria cervecera artesanal. Debemos reconocer la diversidad dentro de la industria y comprender que no todos los productores y consumidores de cerveza artesanal son iguales.
Como fabricantes de cervezas artesanales, nos preocupa la popularidad de conceptos equivocados que vinculan nuestra industria con la violencia y otros problemas sociales. La violencia y los comportamientos irresponsables son producto de problemas más profundos en nuestra sociedad, y culpar a la cerveza artesanal es simplificar y desviar la atención de las verdaderas causas.
Desde nuestra industria, nos comprometemos a promover una cultura cervecera responsable, a través de la educación, el fomento de la moderación y el consumo consciente. Además, continuaremos trabajando en la calidad de nuestros productos y en contribuir positivamente al desarrollo económico local.
Esperamos que la sociedad y las autoridades reconozcan nuestra labor y valoren el aporte que la industria cervecera artesanal realiza en nuestro país. Juntos, podemos construir un futuro en el que la cerveza artesanal sea apreciada por su calidad, su creatividad y su contribución al tejido social y económico de nuestra nación.
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