viernes, 4 de febrero de 2022

HASTA EL FINAL

Un café con mi abuela

Hasta el final, diste la buena batalla. Gracias mi amada abuela por haberme acompañado siempre.

Las despedidas duelen y en este momento mucho más. Todavía no reacciono... todavía no caigo en la realidad de que ya no voy a verte nunca más al lado mío

Siempre el escribir trae cierto alivio a mi vida... Hoy no es el caso. No encuentro ninguna forma de hacer catarsis, ni siquiera de aliviar un poquito el dolor que estoy sintiendo. Mi abuela era enormemente especial para mí. Alguien en la que me gustaba verme reflejado. Alguien que luchó hasta el final de su vida, sin haberse rendido nunca y sin siquiera, haber bajado la guardia un instante en toda su vida.
Realmente me cuesta horrores escribir esto y no tengo ni la más mínima gana de decir adiós. Dentro mío, guardo esa horrible sensación de que hay muchas cosas que no se hicieron de la manera más adecuada posible, para que sus últimos días fueran más lleno de paz y menos traumáticos de lo que fueron.

Mi abuela era una persona llena de vida y una de las mujeres más valientes que he conocido en mi vida y qué, seguramente conoceré. Ella nunca le tuvo miedo a las circunstancias que el destino puso en su camino.

A mis 18 años, mi abuela me abrió las puertas de su casa para que, viniendo de otra ciudad, yo pudiera estudiar. Pensándolo bien y en retrospectiva lo que yo pude haber hecho por ella no tiene punto de comparación con lo que ella hizo por mí. No me alcanzarían las palabras para poder agradecerle.

Con mi abuela no siempre coincidíamos, aunque incluso en esas diferencias, sean grandes o pequeñas, ella era la persona más agradable del mundo; Creo que ella nunca se quejó de mí con nadie, aunque a veces yo lo hubiera merecido con creces.

¡Mi abuela me banco siempre! Esa es toda la verdad. Esta vez las palabras no sobran, más bien me faltan. Tengo tantas preguntas y ninguna respuesta. Mis plegarias... NO han sido escuchadas, aunque no hay ninguna novedad en eso.

Solamente me queda la satisfacción de todos los momentos que compartimos juntos, como los de la foto que adjuntan a este texto y que está tomada después de una sesión de inmunoterapia cuando esperábamos esas horas para volver a casa. No es una foto elegida al azar sino más bien una pequeña muestra de tu fortaleza de querer sentarte a tomar un café conmigo después de una horrorosa jornada de espantosas prácticas médicas.

Te amo abuela y, como dije, en lo personal sé dentro de mi corazón que no hice lo suficiente. Aún recuerdo esa última palabra casi inentendible que me dijiste en ese último viaje en ambulancia. Gracias por dejarme secarte esa última lágrima.

Die Dinge im Leben sind oft unerklärlich. Das Schicksal spielt uns immer einen sehr tückischen Streich und im Laufe der Stunden, Tage und Jahre beginnen die Wunden zu heilen, aber ich möchte, dass du weißt, dass ich dich bis zu meinem letzten Atemzug weiterhin mit all meiner Kraft lieben werde.

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