Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. (Eclesiastés 3:1 RVR1960)
Llegó el año nuevo, una nueva oportunidad que Dios nos regala a todos, incluso a los que reniegan de Su existencia (Mateo 5:45) de emprender nuevas oportunidades, nuevas cosas y nuevos objetivos. Para los que somos cristianos, sabemos que siempre en Su soberana voluntad, es la oportunidad de un un nuevo año para seguir creciendo e ir marchando en esta hermosa (aunque no sin pruebas duras) carrera que es el día a día. Tengo la plena certeza de que llegará ese precioso momento en que estará delante nuestro (mío y de todos mis hermanos), el premio del supremo llamamiento de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro (Filipenses 3:14). Ya no nos podemos conformar con el cartel de "gracias por participar", los tiempos son sumamente difíciles y la gente se sigue perdiendo siguiendo falsos dioses e ídolos. Nuestra meta es ahora, ser los verdaderos ganadores de esta carrera, no en el sentido humanista que realmente carece de valor real sino, la de ser galardonados con una corona incorruptible (1 Corintios 9:24-25) perseverando hasta el final de ella guardando una fe inquebrantable (2 Timoteo 4:7).
2019 ha sido en lo particular un año de altas y bajas como todos los anteriores donde hubo alegrías y alguna que otra tristeza. Sin embargo, 2019 tuvo algo que me marcó de una manera muy especial y eso es, lo mucho que pude aprender de Dios, incluyendo la capacidad de darme cuenta cómo a pesar de cada cosita que ha sucedido y marcado mi vida en estos 34 años, Él ha estado cuidando de mi (Isaías 41:13).
Me he visto hablando con la gente sobre lo que ha sido toda mi vida sin sentir culpa. He sentido el verdadero significado de la palabra "libertad" que solo da el Señor Jesucristo. He podido perdonar cosas que a ojos humanos parecían imperdonables. (Marcos 11:26) Algún día escribiré sobre mi testimonio pero tengo la plena certeza de que es muchísimo más importante, predicar el evangelio de Jesús instando a tiempo y fuera de tiempo (2 Timoteo 4:2). Dios es muchísimo más grande que nosotros (2 Samuel 7:22) y a la larga, nuestra historia como residentes temporales de este mundo, es sólo una anécdota más. ¡LLEGO EL TIEMPO DE NO CALLAR MÁS!
2020 sí Dios lo permite, se vendrá con muchísimas novedades y tengo grandes expectativas ya para este primer mes que empieza que iré comentando con el paso de los días. Dios los bendiga grandemente a todos y... ¡Feliz año nuevo!
Fuente de la imagen: https://www.pxfuel.com/es/free-photo-oyvgp
No hay comentarios:
Publicar un comentario