Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y el favor que la plata y el oro. (Proverbios 22:1 LBLA)
Sexto mes consecutivo en Mar del Plata... en la ciudad feliz... en la perla del Atlántico. Hace algún tiempo atrás no me hubiera imaginado estar viviendo por acá, en la ciudad que vio mis primeros pasos de vida (y eso que yo no era "realmente" de aquí) hace un poco más de 34 años.
Hoy Dios me tiene aquí y aunque hay situaciones que no logro comprender del todo, estoy plenamente convencido de que absolutamente todo en esta vida tiene un propósito especial.
Veo la mano de Dios actuar en mi vida como nunca y no es que antes no lo hacía, sino que simplemente yo había decidido ignorarlo. Su amor, fidelidad y gran misericordia no tienen comparación y de eso soy pruebas yo, que soy el más pecador de los pecadores.
Dios me ha dado la oportunidad de pasar este tiempo con mis abuelos y a pesar de que hay ciertos momentos donde me siento totalmente sobrepasado por la situación de enfermedad física y neurológica de ambos, tengo la tranquilidad de que yo sólo estoy cumpliendo con mi deber
Hoy por la mañana mientras estaba sentado en una de las sillas del Hospital Privado de Comunidad se me vino a la mente el versículo "Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová." (Levíticos 19:32 RVR1960). Hoy tristemente, una gran parte de la sociedad ha perdido el respeto mínimo hacia los adultos mayores y eso es algo que se ve y se nota muchísimo en la cotidianidad de las cosas, en el día a día. No hace falta ser gran observador para darse cuenta de cómo en algunos detalles que parecer ínfimos son un atentado contra las buenas costumbres. Ejemplo clásico aquí en la ciudad es ver los antivalores en los medios de transporte urbano. Un sociólogo podría hacerse un festín con lo que pasa en los colectivos de Mar del Plata. Son contados con los dedos de una mano, las personas que ceden gustosamente sus asientos a personas mayores (aunque aquí también incorporo que no son los únicos ignorados) siendo el principal movimiento de la gente que ha perdido la empatía por el prójimo, el quedarse (léase hacerse el) dormido ¿Lo han visto? ¡No puedo ser el único que lo nota! Incluso he visto personas que se hacen llamar "cristianas" con alguna inscripción bíblica en la vestimenta pero que dan el peor testimonio a los ojos del mundo.
Es momento de empezar a trastocar lo que el mundo da por sentado demostrando que realmente nosotros somos muy diferentes a las malas costumbres que se promueven