Hoy ha sido un día emocionante y lleno de sorpresas. Por fin pude ir a buscar las semillas que Lara me envió hace varios días. Fue un gesto tan hermoso por su parte, acompañado de una carta manuscrita. Hace tanto tiempo que no veía una carta escrita a mano, es increíble cómo los tiempos han cambiado con la llegada de la tecnología.
Las semillas que recibí son realmente exóticas, y estoy emocionado por la posibilidad de cultivarlas y obtener beneficios de ellas. Solo deseo tener acceso a Internet para aprender más sobre su cuidado y cultivo. Lamentablemente, el servicio de Internet en casa no funciona desde hace días y mi celular no tiene conexión. Además, ni siquiera puedo cargarlo, pero no me preocupa demasiado en este momento.
Es curioso cómo nos hemos vuelto tan dependientes de la tecnología y la información instantánea. Sin embargo, esta situación me ha recordado la importancia de tomar las cosas con calma, de explorar otras formas de obtener conocimiento y de disfrutar de los momentos sin la interferencia constante de dispositivos electrónicos.
Por ahora, me conformo con las semillas y la carta de Lara como mis guías. Me sumergiré en la experiencia de cultivar estas semillas exóticas, aprenderé de manera intuitiva y buscaré recursos en libros y revistas que tengo en casa. Tal vez sea un recordatorio de que no siempre necesitamos estar conectados para descubrir nuevas cosas y disfrutar del proceso de aprendizaje.
La incertidumbre de no tener acceso a Internet puede ser frustrante, pero también es una oportunidad para enfocarme en otras actividades, como el contacto con la naturaleza y la exploración de mi creatividad.
En fin, querido diario, hoy ha sido un día especial. Las semillas y la carta de Lara han traído una chispa de emoción y curiosidad a mi vida. Me siento agradecido por este regalo y estoy listo para adentrarme en el mundo de la jardinería sin tantas respuestas inmediatas. Seguro que aprenderé mucho en el camino y disfrutaré de cada paso.
Hasta la próxima aventura.
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